La Hermandad del Preso culminó un diciembre extraordinario con el traslado de la Esperanza por las calles de la feligresía

Minutos después de las seis de la tarde, las puertas de la Parroquia de Santiago se abrían de nuevo para que la comitiva que antecedía a la Virgen de la Esperanza se pusiera rumbo a la Ermita de la Rosa, después de haber celebrado los cultos por la festividad de la Expectación entorno al 18 de diciembre y que cuyo traslado -previsto para el pasado domingo- se suspendió por las lluvias.

Con el acompañamiento musical del Quinteto Gregis Mater, perteneciente al Redil Eucarístico de la Divina Pastora de Córdoba, la dolorosa de los panciblancos recorrió las calles aledañas a la Ermita de la Rosa dejando estampas para el recuerdo por las calles Don Diego de Alvear o Sánchez Molero.

Ninguna de las previsiones auguraban inclemencias meteorológicas, pero la lluvia hizo acto de presencia a la altura de la Basílica de San Juan de Ávila, cuando tuvo que apresurar el ritmo a pesar de la cercanía de su sede canónica. A pesar de ello, la lluvia no consiguió empañar el recuerdo de todo lo acaecido en torno a la Virgen de la Esperanza.