Adiós al 2025: el resumen del año del estreno de la Virgen de Nazaret y del Zacatecas en Córdoba
Llega a su fin un año marcado por la incorporación de la Virgen de Nazaret a la Semana Santa de Montilla, la Vera Cruz en Córdoba, reanudaciones, aniversarios, extraordinarias y el punto de inicio a la puesta en valor patrimonial.
Difícilmente podremos olvidar este año dado a la magnitud de lo vivido en el panorama cofrade. Al calendario habitual se le han sumado los actos celebrados en torno a la participación de la Vera Cruz en la Magna de Córdoba, el año jubilar de María Auxiliadora, el Sagrado Corazón de la Asunción, la vuelta de la procesión chiquita, las misiones de la Caridad, los traslados de la Esperanza o el aniversario de la Oración en el Huerto.
A unas horas de que acabe el 2025, Montilla Cofrade te invita a hacer recapitulación, balance y crítica interna de todo lo acontecido en este año, que no solo destaca por los cultos externos, sino por el inicio de la conciencia patrimonial en las hermandades, con diversas restauraciones presentadas, otras aprobadas y nuevos estrenos que ahora abordaremos.
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Primer golpe. El Zacatecas y la Virgen del Socorro en Córdoba
Si algo no olvidará de la mente de los cofrades montillanos en el resto de la historia será la participación del Zacatecas y la Virgen del Socorro en el Vía Crucis Magno de Córdoba. Durante el mes de octubre se vivieron estampas verdaderamente históricas e inéditas, comenzando por la exposición al culto en la capilla de San Acacio y llegando al caminar del imponente Gólgota montillano entre el bosque de arcos de la Mezquita-Catedral.
A pesar de las restricciones de movilidad del magno evento y la dificultad para acceder al recorrido de la Vera Cruz, los asistentes a la exposición que se produjo la semana posterior descubrieron a una joya de la provincia, siendo un enclave señalado para el visitante, estando posicionado frente a la Columna de Lucena y entre el Caído de Aguilar y la Columna de Priego.
El gran estreno: la Virgen de Nazaret bajo el cielo de Montilla
La Semana Santa de Montilla se completó el pasado Domingo de Ramos, cuando la Hermandad de la Juventud colmó de júbilo al ver al palio azul que cobijaba a la Virgen de Nazaret caminar entre multitudes. Dieciocho años después de su bendición, la dolorosa que tallara Miguel Ángel González Jurado salía al encuentro de Montilla entronizada en un palio en primera fase de bordado y con la orfebrería terminada, diseño íntegro del cordobés Julio Ferreira.
Una Semana Santa "casi" plena
A excepción de la Hermandad del Resucitado -a la que la lluvia le impidió la salida de la Virgen de la Paz- todas las hermandades procesionaron por el casco urbano en una Semana Santa marcada por el frío y la inestabilidad. Pese a ello, casi todas las jornadas sufrieron alteraciones.
El Domingo de Ramos comenzaba radiante, cuando la Borriquita reavivó los sentimientos de la infancia. Cuando se iba aproximando la tardes, para la salida de la Juventud, los pronósticos auguraban lluvias que hicieron acto de presencia, algo que propició que la hermandad retrasara su salida una hora. En los últimos metros, unas gotas deslucían la vuelta de la cofradía, haciendo que la Virgen de Nazaret acortara por la calle Corredera para subir por la Plaza de la Rosa a un buen ritmo.
El Lunes Santo se presentaba el peor de los escenarios, pese a ello, y con la mejoría de la noche, el Cristo del Perdón recorrió el centro de Montilla ante un persistente chispeo, aumentando su intensidad en momentos antes de su entrada. No obstante, el caminar dulce y detenido del trono del Perdón hizo que se recuperase la ilusión por una Semana Santa que se presentaba lluviosa, estrenando, además, nuevo exorno floral.
El Martes Santo se ha constituido como una de las jornadas centrales, que se presentaba con una inestabilidad marcada por una tormenta caída a la mitad del día y por las complicadas decisiones de las directivas. Tanto la hermandad de la Humildad como la Vera Cruz retrasaron sus salidas una hora, mientras que la Santa Cena lo hizo a su hora prevista, completando en todos los casos sus salidas de forma brillante, pese a las bajas temperaturas.
La Santa Cena plantaba su cruz de guía en la calle, atravesando un año más el barrio del Gran Capitán con el principal estreno del bordado de la bambalina trasera y las borlas del palio de la Virgen de la Estrella y el paso del cortejo por el interior de las Bodegas Alvear, recuperando los inicios de la corporación.
En su año clave, la Vera Cruz recorría el centro con un nutrido grupo de nazarenos vestidos de verde y negro, exaltando las primeras raíces de la Semana Santa de Montilla y con el estreno del nuevo juego de ciriales y las dalmáticas de los acólitos.
La corporación franciscana de la Humildad se ponía en la calle con un notable incremento de su cortejo y con varios estrenos musicales, comenzando por la Banda de Música del Nazareno de Almogía, que acompañó a la Virgen de la Caridad, y las marchas de "Humilitas Dei" -de la Agrupación Musical "La Unión"- y de "En tus Tristezas, Caridad" -de la banda de Almogía-. Con una reestructuración organizativa y horaria, el Señor de la Humildad -con un nuevo exorno floral- y la Virgen de la Caridad afrontaron las estrecheces con una gran presencia de público.
El Miércoles Santo -a semejanza de lo ocurrido en otras ciudades- se constituyó como la jornada con mayor inestabilidad, con una lluvia persistente que no cesó durante todo el recorrido del Cristo del Amor, que partió desde la Parroquia de la Asunción, y que recordó imágenes del pasado año, con el Cristo bajo una manta de lluvia. A la altura de la Basílica, la hermandad decidió resguardarse bajo el templo esperando una mejora minutos después.
Con la llegada del Jueves Santo, la Hermandad del Preso brilló en su recorrido y, un año más, representó el Prendimiento con su cuerpo de romanos entre la multitud de la Plaza de la Rosa. Por su parte, la Virgen de la Esperanza estrenó un nuevo San Juan, obra del dorador Rafael Molina y que vino a sustitución del anterior.
La Misericordia volvió a procesionar su trono -diseño de Antonio Maya- tras seis años sin hacerlo por falta de portadores. La nueva ubicación de la entronización del Cristo de la Misericordia en la fachada de la casa hermandad marcó el principal estreno de la corporación de la Madrugá, que volvió a descolgar al Cristo con un leve retraso por las dificultades sufridas por sus portadores.
Un nuevo Viernes Santo amanecía en San Agustin y, pese a la restauración del templo, el obispado concedió que la corporación nazarena partiera desde allí. Una deslumbrante jornada echó a la calle a cientos de montillanos y visitantes, que contemplaron el caminar del Rescatado, el Nazareno, el Cristo de la Yedra y la Virgen de los Dolores.
A la llegada de la tarde, el Descendimiento estrenaba su nuevo itinerario a la inversa con gran éxito, con un alto grado de belleza al discurrir por las estrecheces de la calle Dámaso Delgado. El misterio estrenaba este año los nuevos candelabros arbóreos tallados por Pedro Benítez y dorados por Abel Velarde, así como el nuevo faldón bordado por Cristian Javier Redondo.
El enclave de la Casa Natal de Solano fue testigo de la salida del Santo Entierro de forma excepcional por la restauración de San Agustín, que permitió vivir estampas inolvidables. La Soledad estrenaba la talla frontal de su paso, en estilo rococó y por el tallista montillano Ismael López.
Culminando la anecdótica Semana Santa, el Resucitado salió a las calles desde la Parroquia de Santiago, volviéndose apenas unos minutos después motivado por la lluvia que empezó a caer y desluciendo el recorrido, llegando a quedarse en el templo la Virgen de la Paz. Tras ello, numerosos montillanos se dieron cita en el interior para venerar a las imágenes.
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La salida del Sagrado Corazón del Colegio de la Asunción
Por primera vez en la historia, la talla que recibe a cientos de estudiantes cada día en el Colegio de la Asunción salió a las calles en el mes de junio conmemorando el décimo aniversario de la Fundación Spínola y entronizado en el paso del Señor Amarrado a la Columna, con el acompañamiento musical de La Unión.
Nuevos cambios en las juntas de gobierno de las hermandades
Nuevas etapas comienzan en diversas corporaciones. Son el caso de los nuevos hermanos mayores electos como de la Vera Cruz, con Juan Antonio Prieto, la Juventud, con Concepción Contreras, y reelecciones como Pepe Aguilar en la Misericordia y Ricardo Carrasco en la Hermandad de Belén. Por su parte, la Agrupación de Cofradías reeligió a José Antonio Trapero como presidente de la entidad superior de las corporaciones de pasión.
En otra instancia, el Resucitado pondrá en enero el punto y final a la inestabilidad directiva, propiciada por la falta de candidaturas y que Antonio Castilla presentará su programa en las elecciones en pocos días.
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Año de la Esperanza: La Caridad en el barrio Pedro Ximénez y la Esperanza en Santiago
Por otro lado, en este mes, la hermandad el Preso celebró la festividad de la Esperanza con su titular mariana en la Parroquia de Santiago, reviviendo el acontecimiento de la coronación litúrgica de la imagen en 1944.
400 años de Oración en el Huerto
Junio fue extraordinario también para la Hermandad del Preso. La corporación del Jueves Santo celebró el 400 aniversario de la hechura de la talla del Señor de la Oración en el Huerto por Pedro Freila de Guevara con una misa de campaña en la Plaza de la Rosa.
La conciencia patrimonial en auge
Por suerte, Montilla despierta ante su valiosísimo patrimonio material. Ejemplos de ello son restauración acaecidas en este presente año, como son la del Cristo de la Misericordia o María Auxiliadora, que volvieron resplandecientes tras la intervención de Miguel Ángel Sánchez y Manolo Espejo.
Para el presente año, se han aprobado hasta seis restauraciones subvencionadas por la Diputación de Córdoba y que volveremos a ver resplandecer a la Borriquita, la Virgen de la Soledad, el Rescatado, la Santa Cena, la Virgen del Rosario de Santa Ana y el Nazareno de Santa Clara.
75 años de la coronación de María Auxiliadora
Un altar extraordinario, una misa de campaña y una salida extraordinaria conmemoraron los 75 años de la coronación canónica de María Auxiliadora, producida en 1950. La talla recién restaurada, procesionó desde la Plaza de la Rosa en una espléndida tarde, tras la celebración días anteriores de la novena, estando enmarcada en un altar efímero ideado por el prioste y arquitecto montillano Ángel Molina.
La recuperación de la Semana Santa Chiquita
Tras una Semana Santa inolvidable, las ganas de revivir la pasión se acrecentaban en los más pequeños. Tras seis años de silencio, se recuperó la Semana Santa Chiquita con un nuevo formato desde el Salón San Juan de Dios en el que participaron ocho pasos y unos 180 niños y niñas, con una gran participación de la Santa Cena y la Humildad, estando presentes niños del Santo Entierro, Nazareno y el Resucitado.
Redacción e imágenes - Álvaro Carrasco
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